Conocida como “La Ciudad de la Eterna Primavera”, Cuernavaca, Morelos, es el destino preferido de muchos citadinos debido a su cercanía con el Distrito Federal, la tranquilidad que se respira en cada uno de sus rincones y, por supuesto, la agradable temperatura cálida que presenta la mayor parte del año (21° C). A tan sólo 85 kilómetros de la Ciudad de México, la capital morelense ha sido adoptada como lugar de esparcimiento y descanso por casi todos quienes la han conocido, desde emperadores aztecas y conquistadores, hasta príncipes, artistas y un gran número de jubilados. Su paisaje dotado de colores y aromas corresponde a los florecimientos de bugambilias, jacarandas, tulipanes africanos, azucenas, jazmines, tabachines y margaritas.
Hermosas plazas y construcciones de estilo colonial conforman el centro histórico de Cuernavaca que presume el atrio de la Catedral, donde se llevó a cabo la primera pastorela del país. En Ocotepec, un pueblo cercano a Cuernavaca, el Día de Muertos posee gran relevancia. Un afluente de visitantes provenientes de todos los estados, y de otros países, visita el cementerio de esta población para admirar las ofrendas que se colocan en sus altares.
Morelos es la tierra de los danzantes conocidos como ‘chinelos’, que con sus característicos trajes y máscaras bailan incansablemente en los festivales al son de la tambora. Cuernavaca se suma a la tradición cultural de su estado, celebrando su carnaval en el mes de marzo, conocido como la Feria de la Flor. La Feria de la Primavera también es un festejo importante en Cuernavaca, se lleva a cabo en marzo e incluye tours gastronómicos, venta de artesanías estatales y muestras de música, danza, teatro y artes plásticas. La ciudad cuenta con varias barrancas, como la de Amanalco, la cual alberga un corredor turístico y puentes colgantes, y la Barranca de San Antón, conocida como “El Salto” debido una caída de agua de 34 metros.