Cuando se ideó crear Flor de Mayo no se pensó en nadie más que el arquitecto mexicano Francisco Elías, que por cierto se encuentra este mes en la portada de la revista Architectural Digest México.
El hotel Flor de Mayo respetó un antiguo edificio del s. XIX cuya fachada principal presenta características clásicas de la arquitectura mexicana de dicho periodo y está construida en muros de adobe, los vanos son rectangulares en sentido vertical, tienen herrerías tubulares que protegen las ventanas.
Dados los lineamientos de proyecto integral de arquitectura, bajo el concepto de “el jardín exuberante”, se decidió incorporar en fachada una serie de elementos arquitectónicos-ornamentales que reciben una propuesta de paisaje floral de 10 especies mexicanas. Logrando la creación de una fachada de cuyo remate o entablamento parece que brotan un sin número de flores, a manera de lluvia, como si se tratara de un organismo vivo en proceso de “floración”.
El color es gris perla; todo el interior está resuelto con carpintería de madera de nogal. Las cubiertas de los muebles son de Corian® DuPont™ en color blanco.
Un elemento notable es la incorporación de yesería en los muros a manera de recurso barroco decorativo con el tema floral que rige el proyecto.
Las camas son un homenaje al diseño danés del Arq. Arne Jacobsen ahora en una versión tropicalizada, están acompañadas de lámparas italianas como la Mini COCO Aplique o la Audrey Lamp.